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Una ucronía para Julio Nudler, a seis años de su muerte

Supongamos un hecho que no ha sucedido: un periodista de Página/12 denuncia hoy que un artículo suyo ha sido censurado por la dirección de ese matutino. Conjeturemos que se trata de un periodista con una trayectoria de más de 14 años en el matutino. Y que además trabajó en muchos otros medios gráficos. ¿Qué ocurriría?
Seguramente de inmediato instituciones y periodistas críticos del Gobierno nacional saldrían a respaldar al periodista. El profesional censurado sería invitado a innumerables programas de radio y de TV. Recibiría de inmediato la “solidaridad” de esos colegas. Y a la par, aquellos colegas que respaldan el rumbo y el quehacer del Gobierno nacional pondrían en duda que se trate de un acto de censura.
¿Y si ocurriera en La Nación?
Pues bien, los mal llamados periodistas oficialistas adherirían al colega perseguido; y los mal llamados periodistas opositores abrirían interrogantes.
Nada de eso ocurrió en 2004, cuando el periodista Julio Nudler denunció un supuesto acto de censura a su “panorama económico” que debería haberse publicado en Página/12.
El artículo criticó al entonces jefe de Gabinete Alberto Fernández y al Síndico General Claudio Moroni. Por entonces, una mayoría de la Asociación de Periodistas entendió que no se trató de un caso de censura.
Entre periodistas, editores y propietarios de medios, suscribieron la postura que no se trató de un acto de censura: María Laura Avignolo, Ana Barón, Santo Biasatti, Nelson Castro, Ariel Delgado, Rosendo Fraga, Rogelio García Lupo, Andrew Graham-Yooll, Martín Granovsky, Mariano Grondona, Roberto Guareschi, Mónica Gutiérrez, Ricardo Kirschbaum, José Ignacio López, Fanny Mandelbaum, Joaquín Morales Solá, Norma Morandini, María Moreno, Daniel Muchnik, James Neilson, Teresa Pacitti, Magdalena Ruiz Guiñazú, Fernán Saguier, María Seoane, Ernesto Tiffenberg, Horacio Verbitsky, Oscar Serrat e Isidoro Gilbert.
Hubo periodistas que estimaron que había que solidarizarse con Nudler: Ellos fueron Tomás Eloy Martínez, Claudia Acuña, Claudia Selser, Uki Goñi y Jorge Lanata.
De inmediato se produjeron renuncias a la Asociación y, días después, el anuncio de su disolución.
Como se puede observar, en la toma de posiciones de entonces hay “oficialistas” y “opositores” de hoy.
Desde 2008, una mayoría de periodistas argentinos – al calor de la pelea entre el Grupo Clarín y la Casa Rosada- ha decido estar en favor o en contra de algunos de las factores de poder aquí mencionados. Creen que como periodistas ese debe ser su rol, pensamiento o posicionamiento.
A seis años del fallecimiento de tal vez el mejor periodista económico que ha tenido nuestro país, Diario sobre Diarios (DsD) lo recuerda con esta ucronía.