lunes, diciembre 17, 2007

Víctor Sueiro se confesó y comulgó con Bergoglio

Lo visitó dos días antes de su muerte
El primado también le dio la unción de los enfermos. Al día siguiente, el periodista lo llamó y le dijo: "Si viene el ángel a buscarme, le voy a decir: Tengo el bolso preparado. Y que espere un momento... para que busque el cepillo de dientes".
El periodista Víctor Sueiro, católico ferviente, murió el jueves al mediodía. "Dios, estoy segura, te recibirá con una sonrisa encantadora", expresó en un aviso fúnebre Mirtha Legrand. Y su colega y amigo Fernando Bravo, confió: "Hoy sabemos que quizás era entre nosotros el que mejor estaba preparado para este trance entre la vida y la muerte. Y también sabemos que del otro lado del umbral estará cuidándonos".
El día de la muerte, antes de que llegaran figuras del espectáculo y muchos otros amigos, estuvo en el velatorio el cardenal Jorge Bergoglio. El martes último, Sueiro había ido a ver a Bergoglio en su sede de Rivadavia 415. Allí se confesó y comulgó, mientras su esposa lo esperaba afuera en el auto. El arzobispo buscó en otro piso los óleos consagrados y le dio la unción de los enfermos. Al día siguiente, Sueiro llamó por teléfono a Bergoglio. El periodista, que dedicó a los ángeles uno de sus exitosos libros, El ángel, un amigo del alma , le dijo, con buen humor: "Si viene el ángel a buscarme, le voy a decir: Tengo el bolso preparado. Y que espere un momento... para que busque el cepillo de dientes". Y le comentó, con confianza: "Sabé, Jorge, que si paso del otro lado, te voy a cuidar mucho". Previo al entierro en la Recoleta, ofició una misa en la basílica del Pilar monseñor Roque Puyelli, a quien Sueiro quería como a un padre.

Estos entretelones fueron revelados por el periodista Jorge Rouillón en su columna religiosa del diario La Nación.

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