Ayer desde 678 y diferentes medios oficialistas le dieron duro y
parejito a Tinelli. Desde Victor Hugo Morales y Hebe de Bonafini hasta
Ricardo Forster y otros ignotos periodistas. Le dijeron de todo, desde
“emblema del menemismo” hasta “siempre estuvo con todos los gobiernos”.
Nora Veiras fue más punzante y preguntó lo que no se preguntó la semana
pasada: “¿Como un vicepresidente de un club podría haber sido el
encargado de Fútbol Para Todos? Hubiera sido desastroso”, dijo con un
falso alivio.
Tinelli es todo eso y mucho más. El problema no es quién es Tinelli,
sino cuándo se dicen estas cosas. Días atrás, esa misma gente, ni mu.
Pero después del viernes, la orden fue clara y tajante: reventar a
Tinelli en los medios. Y allí fueron con la palabra como espada y sin
ponerse colorados. Obedientes.