domingo, septiembre 10, 2006

Dichosos ustedes

Dichosos los que saben reirse de sí mismos, porque no terminarán nunca de divertirse.

Dichosos los que saben distinguir una montaña de una piedra, porque se evitarán muchos inconvenienes.

Dichosos los que saben descansar y dormir sin buscarse excusas: llegarán a ser sabios.

Dichosos los saben escuchar y callar: aprenderan cosas nuevas.

Dichosos los que son suficientemente inteligentes como para no tomarse en serio ciertas cosas: serán apreciados por sus vecinos.

Dichosos los que están atentos a las exigencias de los demás, sin sentirse indispensables: serán dispensadores de alegría.

Dichosos ustedes cuando sepan mirar seriamente a las cosas pequeñas y tranquilamente a las cosas importantes: llegarán lejos en la vida.

Dichosos ustedes cuando sepan apreciar una sonrisa y olvidar un desaire: vuestros csminos estarán llenos de sol.

Dichosos los que piensan antes de actuar y rezan antes de pensar: evitarán muchas necedades.

Dichosos ustedes sobre todo cuando sepan reconocer al Señor en todos los que encuentran: habrán encontrado la verdadera luz y la verdadera sabiduría.


Santo Tomás Moro (1478-1535)

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