domingo, octubre 01, 2006

Predicar el Evangelio a todos

En nuestro tiempo y más precisamente en este mes, nos encontramos impregnados de un espíritu altamente misionero. Es muy común que en nuestras comuniddes surjan iniciativas como es la de renovar la conciencia de que todos los cristianos somos misioneros, pero no estaría mal que empezáramos a predicar el Evangelio a esas personas que están más cerca nuestro. A esas criaturas, nuestros hijos, nuestros adolescentes, nuestros amigos; que Dios nos ha encomendado de manera muy especial.
Porque en realidad, una gran cantidad de nuestros niños, jóvenes y adultos que se acercan a nosotros, prácticamente no saben nada de Jesucristo. Excepto algunos pocos datos históricos o unas pequeñas lecciones aprendidas en la catequesis y que después son olvidadas, como olvidado su paso por nuestras comunidades parroquiales. Nadie se preocupa más por ellos. Y si no lo conocen bien a ese Jesucristo que decimos seguir y amar ¿cómo lo van a amar?, ¿cómo lo van a seguir? Y si no saben lo que Jesucristo piensa del amor, del matrimonio, del dinero, de la cruz, de la solidaridad, del servicio ¿cómo van a actuar y desempeñarse en esta sociedad tan secularizada?
Porque si nosotros no les enseñamos el Evangelio, ¿quién va a enseñárselo? ¿La televisión? ¿Un medio ambiente social en donde Jesucristo es el gran desconocido?
Porque el "don más precioso que la Iglesia -y nosotros como parte de ella- puede ofrecer al mundo de hoy, es el de formar cristianos firmes en lo esencial y humildemente felices en su fe"
como decía Juan Pablo II.
Empecemos entonces por nuestra propia familia, nuestra comunidad, nuestros hijos, nuestros jóvenes, pero sin olvidarnos de todas las demás personas en nuestra oración y en nuestro apoyo al trabajo misionero de la Iglesia.

Fernando Perfetti, del Encuentro con la Palabra

No hay comentarios.: