Para pensar...
Dejamos de ser jóvenes cuando perdemos la capacidad de soñar.
Todos los mapas mienten, menos el del corazón.
El triunfo no está en vencer siempre sino en nunca desanimarse.
Las palabras son enanos, los ejemplos son gigantes.
Es muy fácil convertir a los demás. Lo difícil es convertirse a uno mismo.
La raíz escondida no pide premio alguno por llenar de frutos a las ramas.
Todo lo que vale la pena, bien vale la espera.
El que un hombre muera por una causa no significa que ésta sea verdadera.
No se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.
Vivimos en una época en que sólo lo superfluo es necesario.
Es mucho más fácil simpatizar con las desgracias de un amigo que con sus éxitos.
La vida no es un block cuadriculado sino una golondrina en movimiento.
El primer castigo del culpable es que jamás será absuelto por su conciencia.
Todo hombre recibe dos educaciones: La que le dan y la que él se da. Esta última es
la que vale.
miércoles, agosto 31, 2005
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