miércoles, agosto 31, 2005

Prueba...

Había una vez un discípulo de un filósofo griego al que su maestro le ordenó que durante tres años entregara dinero a todo aquel que le insultara, una tarea relacionada con su actitud peladora y prepotente. Una vez superado ese período y cumplida la prueba, el maestro le dijo: -Ahora puedes ir a Atenas y aprender sabiduría. Al llegar allí, el discípulo vio a un sabio sentado a las puertas de la ciudad que se dedicaba a insultar a todo el que entraba o salía. También insultó al discípulo... Este se hecho a reír, mientras agradecía bajando la cabeza ante cada improperio. -¿Por qué te ríes cuando te insulto? -le preguntó el sabio. –Porque durante tres años he estado pagando por esto mismo que ahora tu me ofreces gratuitamente –contestó el discípulo. –Entra en la ciudad –dijo el sabio- es toda tuya...

No hay fortaleza mayor que la paciencia; no hay peor aflicción que el odio.

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