Súplica...
Ziggy estaba una vez en su cuarto, arrodillado. Suplicaba: -Dios mío, dejame ganar la lotería... una sola vez, dame una oportunidad... una sola. Yo no quiero ganar la lotería todas las semanas, pero si la gano una vez pago todas las deudas, compro mercadería, pongo un negocio, empiezo a vender. ¿No me importa si no gano otra vez! Pero con una lotería yo soluciono todos mis problemas y empiezo de nuevo. Dame una oportunidad... una... qué te cuesta una oportunidad... Dame una, una sola vez... No te cuesta nada. Dame una oportunidad... ¡Dios mío, dame una oportunidad! Y así durante cien noches seguidas. Cien noches Ziggy se arrodillaba y rezaba: -Dame una oportunidad... Dame una oportunidad...
La noche número ciento uno, un milagro se produjo. Una vos se escucho en el cuarto: -Yo te daría una oportunidad, pero dame vos una a mí: ¡Comprá un billete!
miércoles, agosto 31, 2005
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