PRESIDENTE POR UN DÍA...
La situación del país es, para muchos, una verdadera pesadilla. Otros prefieren soñar formas posibles de salir a flote.
Ante nuestra crisis descomunal, sin otro aval que la imaginación y por el breve tiempo que dure la lectura de este artículo, declárome Presidente en ejercicio virtual y firmo éstos, mis primeros decretos de necesidad y urgencia.
1. Adóptase la democracia de fondo como forma de gobierno. Esta se ejercerá mediante plan informático de plebiscito al instante. Cada ciudadano accederá a locutorios desde los cuales plantear, influir y modificar (si coincide con la mayoría) el curso de los asuntos de interés general.
2. El país se ordenará en siete regiones a las que deberá reactivar el Congreso de la Producción Integral, que sesionará día y noche. Pasado un año, el país empezará a pagar su deuda externa.
3. Iníciase la más intensa campaña de solidaridad para atender hambre, cobijo, salud y recuperación de los ciudadanos en situación de mayor fragilidad.
4. Los 80 mil edificios públicos que por desidia o juicios permanecen sin uso pasan a servir como dispensarios, comedores, geriátricos, hospitales, escuelas, cárceles y centros de rehabilitación.
5. Los millones de hectáreas de tierras fiscales sin cultivar les serán adjudicados a las familias que deseen radicarse en las provincias que por sorteo les toque. Allí producirán sus alimentos de subsistencia y los de comercialización. El INTA les proveerá el plan Huerta 2002 y el Banco de la Nación la suma base para construir cooperativamente la vivienda inicial. Estas radicaciones servirán de referencia para alzar luego los centros cívicos que se requieran.
6. Las FF.AA. contarán con 36 millones de efectivos para luchar conjuntados contra los males sociales del país. Sus mandos, junto a los del Conicet y universidades nacionales y similares encararán la estrategia por seguir.
7. Se invita a todo argentino a reflexionar, elegir y donar objetos, muebles, máquinas y otros bienes que le sobren y entregarlos a Caritas, la que los distribuirá a quienes se acojan al punto 4.
8. El Senado lo ocuparán 50 representantes, uno por cada institución que se elija por plebiscito: Regiones, Conicet, Red Solidaria, Caritas, Centro de Ingenieros, etcétera. La Cámara de Diputados, los 100 que designen las 4130 sociedades civiles dedicadas al bien público.
9. Los delitos económicos serán resarcidos con la suma total de bienes que posea el condenado, a su nombre o al de parientes y testaferros.
10. Convócase a ciudadanos idóneos a sumarse a una campaña de educación general para todas las edades y niveles.
11. Se invita a filósofos, psicólogos, curas, escritores, artistas, a reunirse con la ciudadanía en plazas y locales para conversar sobre lo real, lo imaginario y lo práctico de cada día.
12. El Obelisco pasa a ser base visual de datos de la situación socioeconómica. Cuatro termómetros de su altura indicarán, día tras día, el estado del debe, haber, empleo y ahorro del país.
13. Intermediarios, gestores y litigantes vestirán de color naranja para que la población pueda saber a qué atenerse y cuántos hay a su alrededor.
14. Despiérteseme, tómese este texto y déselo a conocer a fin de ser objeto de las burlas que su atrevimiento provoque.
15. A efectos legales se advierte que ciudadanos en edad canónica (mi caso) equivalen a grandes bebes y son, por lo tanto, inimputables.
ESTEBAN PEICOVICH
Los Palabristas
jueves, septiembre 29, 2005
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