Retrato de una muerte anunciada
Estamos aquí reunidos para despedir los restos de un buen amigo: Sentido Común. Sentido Común vivió una larga vida, y murió al inicio del nuevo milenio. Nadie supo realmente su edad, porque su certificado de nacimiento se perdió hace mucho tiempo por culpa de la burocracia. Sentido Común dedicó desinteresadamente su vida al servicio en las escuelas, hospitales, hogares, fábricas y oficinas, ayudando a la gente a hacer su trabajo sabiamente y sin fanfarrias. o décadas, reglas estúpidas y disposiciones sin sentido no lograron derrotarlo. Se lo recordará siempre por habernos enseñado cosas tan simples y útiles como protegernos de la lluvia para no mojarnos, que el que madruga aprovecha mejor su día, y que la vida no siempre es justa. Vivió según reglas económicas básicas (no gastes más de lo que ganas), estrategias de crianza confiables (los adultos son los que están a cargo, no los chicos) y sabiendo que ser el segundo en algo no es malo. Veterano de la Revolución Industrial, la Revolución Tecnológica y la hiperinflación, Sentido Común sobrevivió a tendencias culturales y educacionales extremas como el anarquismo, el feminismo y la matemática moderna.
Pero su salud comenzó a fallar cuando fue infectado por el virus del individualismo y del sálvese quien pueda. La mediocridad y la ignorancia terminaron de agravar su situación y el miedo lo fulminó. Roguemos por su resurrección. Amén
martes, septiembre 06, 2005
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