Todos ganan: el aprendizaje al servicio del prójimo
Unas 5500 experiencias escolares atienden a niños y jóvenes. El Premio Presidencial Escuelas Solidarias promueve la creatividad y el compromiso social de los alumnos
Chicos que arreglan viviendas y cocinan los fines de semana a un grupo de ancianos del mismo barrio; adolescentes que realizan una intensa campaña de concientización, al descubrir que el agua que consumían en su pueblo contenía arsénico; alumnos de escuelas técnicas que realizan en sus talleres de carpintería juegos didácticos para jardines maternales de escasos recursos, y estudiantes no videntes que confeccionan en sistema braille carteles de señalización vial para organismos públicos. Estos son algunos ejemplos de aprendizaje en servicio, una pedagogía que cada vez gana más terreno en nuestro país y que permite simultáneamente mejorar los aprendizajes de los estudiantes y ofrecer respuestas concretas a distintas demandas sociales.
Cerca de 5500 escuelas son las que actualmente están llevando adelante experiencias educativas solidarias en el país. Según un estudio del Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio Solidario (Clayss), en la mayoría de las jurisdicciones (16 sobre 24) los destinatarios que más se atienden son los niños y jóvenes en riesgo educativo. Se trata de una práctica desarrollada por todo tipo de escuelas y que atraviesa transversalmente las variables de nivel, gestión, localización y población atendida.
Impacto directo
Las escuelas argentinas tienen una fuerte tradición de trabajo comunitario y "los docentes fueron descubriendo que esta herramienta tiene un impacto directo en lo educativo, en la sociedad y en lo actitudinal de los alumnos", cuenta María Marta Mallea, presidenta de Clayss, institución que ofrece capacitación y asesoramiento a directivos, docentes y líderes comunitarios para el desarrollo de proyectos educativos solidarios y para la formación en actitudes pro-sociales (www.clayss.org).
Son los alumnos los que llevan adelante la actividad, y eso les produce un enorme impacto en su desarrollo académico y cognitivo, cívico, vocacional y profesional, ético y moral, personal y social. Es más, algunos estudios también comprobaron que los índices de repitencia y deserción disminuyen notablemente en las escuelas que empiezan a aplicar esta metodología. Este tipo de experiencias son las que el Programa Nacional de Educación Solidaria del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología galardona por medio del Premio Presidencial Escuelas Solidarias.
Este año se realiza la quinta edición del certamen, que se inició en el año 2000 y siempre tuvo muy buena respuesta por parte de las escuelas. En la edición 2003, cerca de 4000 instituciones educativas presentaron más de 5500 experiencias. Durante 2004, el certamen convocó a instituciones terciarias y universitarias, que presentaron 361 prácticas educativas solidarias. Para el Premio 2005 se convocó a todas las instituciones educativas de educación básica, y hasta ahora cerca de 3000 presentaron sus iniciativas.
Actualmente se desarrolla la etapa de decisión de los finalistas y ganadores, ya que los premios se entregarán durante el VIII Seminario Internacional de Aprendizaje y Servicio Solidario, por realizarse los días 27 y 28 de octubre, en esta ciudad. El certamen otorgará tres premios de $ 10.000 para cada experiencia ganadora, siete menciones de $ 5000 cada una y 100 menciones de honor de $ 2000 cada una.
Prácticas que evolucionan
Lo interesante de esta herramienta es que genera proyectos que van evolucionando y se sostienen en el tiempo. Por ejemplo, la Escuela N° 4-124 Reynaldo Merín, de San Rafael (Mendoza), fue la primera en ganar el Premio Presidencial en el año 2000. Su iniciativa consistía en el diseño y la construcción de sillas de ruedas para personas con discapacidad para ser distribuidas gratuitamente entre organizaciones de la comunidad. Este poder de inventiva no se estancó, sino que continuó desarrollándose a lo largo de los años. "Hace unas semanas, los alumnos de 2°, 3° y 4° año de polimodal de esta escuela presentaron un nuevo modelo de silla de ruedas motorizado, sobre la base de un scooter eléctrico", cuenta orgulloso Mario Alfredo Navascués, director del colegio.
"Aprender sirve, servir enseña sostenemos desde Clayss. Los chicos no aprenden valores por lo que decimos, sino por lo que nosotros hacemos y lo que les dejamos hacer", asegura Mallea. En definitiva, el aprendizaje en servicio crece porque hay docentes que creen que sus estudiantes son capaces de hacer grandes cosas y porque los chicos lo demuestran cada vez que se les da la oportunidad. Micaela Urdinez Emilse Pizarro
Lectura viajera y padrinazgos
Los alumnos de la Escuela Media N° 10 de José C. Paz creen que todos deberían tener derecho a acceder a la lectura y a partir de esa premisa nació la biblioteca ambulante Libro Viajero, con la que ganaron el Premio Presidencial en el año 2003.En horario escolar, los chicos de 3er año empujan el carrito lleno de cuentos y acercan a jardines de infantes, escuelas y geriátricos la magia de los libros. Además, apadrinaron a la escuela 358 de Oberá, Misiones, a la que viajarán para llevar todo lo que aprendieron y consiguieron por medio de colectas. "Estamos ansiosos por conocerlos. Preferimos hacer eso antes que irnos a Bariloche de viaje de egresados. Pusimos mucho esfuerzo en esto y estamos orgullosos", dicen los alumnos Daiana Sandoval y Andrea Dos Santos.
Link corto: http://www.lanacion.com.ar/739227
sábado, octubre 08, 2005
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