sábado, octubre 22, 2005

Voluntarios para niños en peligro

Make-a-wish (que en inglés significa “logre un deseo”) es una entidad internacional que nació en 1980 en Arizona, Estados Unidos, y se ha expandido hasta tener 80 sucursales en su país de origen y más de 30 filiales en los cinco continentes. Su finalidad es bastante particular, pues se ocupa de satisfacer los deseos de los niños que se encuentran en peligro por estar enfermos o en situaciones más duras, de pacientes terminales.

La arquitecta Mónica Parisier conoció la idea en 2002 y la trajo a nuestro país. Reciben más de 20 llamadas diarias de los padres o parientes de pequeños internados en los hospitales Garrahan, Elizalde, Gutiérrez y también en sanatorios privados. Estos voluntarios pueden poner un deslumbrante juguete en las manos de una criatura que pasa por un momento crítico, y los médicos, al igual que el personal que los acompaña, no vacilan en afirmar que, además de la alegría que el regalo genera en los pequeños, aparece una situación de esperanza cuyas consecuencias en la evolución de sus males físicos pueden detectarse, a veces sin ningún margen de duda.

Cuando llega el momento de evaluar su experiencia, estos voluntarios señalan lo que hoy la medicina acepta plenamente, aunque no siempre esté en condiciones de explicar los mecanismos profundos por los cuales los procesos se operan. Las borrosas fronteras entre lo psíquico y lo somático siguen siendo, a pesar de todos los desarrollos recientes, una incógnita para las ciencias médicas.

Los voluntarios saben que los mejores resultados se obtienen cuando se asocian los factores que son capaces de alentar a los niños a seguir adelante, pese a estar viviendo situaciones que en muchos casos son tremendas. La acción de hombres y mujeres que dan todo lo que está humanamente dentro de sus posibilidades, unida a la presencia fuerte de los padres y los profesionales de la salud, se traducen, con frecuencia, en más que visibles cambios en la evolución de los pequeños, que pueden asombrar a los médicos y poner los casos clínicos en el campo de lo que desborda el saber acumulado en los libros de su especialidad.

La psicología, en todas sus formas y especialidades, ha puesto en evidencia el innegable papel de lo psicosomático, tanto cuando el paciente se enferma como cuando logra recuperarse. Aunque no sea demasiado lo que se conozca de esta conexión del cuerpo y el espíritu, basta con conocer su existencia para encarar proyectos como los de esta organización, que está siempre dispuesta a recibir las ayudas y las contribuciones de quienes sienten que están obligados moralmente a acompañar a un niño en una situación crítica y no solamente para proporcionarle un momento de felicidad en sus existencias.

Muchas veces hemos insistido desde esta columna en los cambios de actitud operados en tiempos comparativamente cercanos, no solamente en grupos de personas capaces de dar lo mejor de sí y en forma personal en favor de estas admirables causas, sino también en el público en general, que comprende plenamente lo que en otros tiempos no se entendía con claridad.

Realizar la ilusión de una criatura es bastante más que darle un gusto, pues equivale a sostenerla en difíciles batallas, a veces contra la muerte.



http://www.lanacion.com.ar/749095

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