viernes, enero 27, 2006

Web 2.0., usuarios 2.0.

Por Cecilia Sagol

Las nuevas herramientas de internet –que están definiendo una nueva etapa en la historia de la Web- se basan en gran medida en la lectura, la escritura y otras habilidades elementales. ¿Qué competencias debe tener hoy el usuario de la red para incorporarse a estas tendencias?
La civilización de la escritura

Es difícil siempre definir las etapas por las que se está transitando. Sin embargo, hay cierto acuerdo en la comunidad mundial respecto de que estamos entrando en una nueva etapa de internet, a la que se le ha puesto un nombre: Web 2.0.

Así lo define Aníbal de la Torre en una excelente nota “Web Educativa 2.0”, publicada en Edutec , donde, además, avanza sobre las posibilidades educativas que se abren:
“En los últimos meses estamos asistiendo a una amplia extensión del concepto de Web 2.0, cuya principal característica podría ser la sustitución del concepto de Web de lectura, por el de lectura-escritura. Multitud de herramientas están ayudando a que los procesos productivos de información que se desarrollan en torno a la Red se puedan poner en marcha sin casi ningún tipo de conocimiento técnico, y sin un excesivo gasto de tiempo. Por ello, poner en marcha actos educativos en torno a internet (Web educativa 2.0), resulta hoy en día una tarea mucho más fácil desde el punto de vista de los recursos lógicos necesarios, con lo que podemos hacer prevalecer nuestro perfil docente sobre roles más cercanos al mundo de la Informática.
Herramientas, conceptos y marcas como blog, bitácora, agregador, RSS, wiki, Bloglines, Flick, Wikipedia, folcsonomías, tags, del.icio.us, etc., nos proporcionan un potencial educativo a los docentes que no deberíamos dejar escapar.”

Los cambios en esta nueva etapa tienen que ver con dos movimientos profundamente relacionados: una nueva organización de la información y una participación diferente del usuario. Así como hablamos de la Web 2.0 podríamos hablar de "usuario 2.0".

Esta nueva Web se va definiendo con las siguientes características:

·La Web 2..0 propone un cambio de dirección: es la Web la que se acerca al usuario y no el usuario a la Web. Listas, blogs, lectores definibles “a medida” acercan periódicamente información, sitios, notas, que serían de difícil o trabajoso acceso de otra manera. La cantidad de información de la Web y su exponencial crecimiento –medible en segundos– hacen ya muy dificultoso el acceso a la información tal como se viene dando: sitios, directorios, buscadores generales. La búsqueda en la Web, que conservaba cierto carácter digital, y analógico, adquiere en la Web 2.0. una automatización racional y seleccionada.

Para esto, el usuario 2.0 tiene que inscribirse, definir parámetros, leer formularios, bajarse programas y utilizar –en palabras de Torres– “una lluvia casi diaria de nuevas herramientas para ser usadas en internet”. Gracias a desarrollos técnicos –que se traducen en siglas extrañas como Ajax, DHTML, XML, Soap, RSS– hoy manejamos herramientas de la Web con la misma facilidad y rapidez que las de escritorio.

·Los mecanismos de organización de la Web 2.0 requieren espacios para la voz de los usuarios. Blogs, wikis, tacs (folcsonomías ) no funcionarían sin el aporte de los lectores: "No obtengo información sin participación".

·La intervención de los usuarios se realiza a partir de la sustancia escrita. Los usuarios 2.0 son escritores, y escritores públicos. Han generado nuevos códigos de escritura –que han levantado polvareda entre los puristas del lenguaje–, pero el lenguaje escrito es el medio de comunicación.
Estos dos últimos puntos implican que hay un cambio básico del canal fundamental de la información: de lo oral a lo escrito. Venimos de décadas en las que la radio y la televisión dominaron el panorama informativo; en que los altoparlantes anunciaban los vuelos en los aeropuertos. Hoy, la cantidad de información hace imposible que este tipo de canal sea suficiente: los vuelos se anuncian a través de grillas, los noticieros sobreimprimen información, internet se maneja básicamente con información escrita.

Si todo sigue así, estaríamos saliendo de la fuerte tendencia audiovisual para –sumar, cambiar, ponderar...: el tiempo lo dirá– la escritura. Seguramente, este cambio de sustancia tendrá consecuencias. Ya Barthes había advertido que la oposición oral/escrito no es simplemente material sino que pone en juego dos imaginarios, que llamó imaginario del contacto e imaginario del pensamiento.
La competencia comunicativa del usuario 2.0 está compuesta entonces por habilidades básicas y antiguas entre las tecnologías de la comunicación: la lectura y la escritura, que hoy por hoy –y tal vez por las décadas hegemonizadas por lo audiovisual– no están actualizadas y activas. Se ha registrado en varios test que muchos adultos carecen de las competencias básicas para afrontar los mensajes escritos que hoy organizan las actividades de la sociedad (ver al respecto la nota “Literacy: words count” en OECO Observer . Día a día en educ.ar recibimos mails y llamados telefónicos de usuarios que buscan información –que está escrita en el portal y en formularios– y que sencillamente no han leído. El analfabetismo funcional (saber leer y escribir pero no usarlo) es uno de los problemas de las sociedades de todos los países del mundo.

Pero lo más interesante es que se trata de una escritura pública, una escritura de opinión, de expresión de ideas, permeable a la polémica, que diseña un nuevo espacio de intercambio de pensamientos como hace siglos que no se daba en la historia. En el siglo XVIII la apertura de espacios urbanos –plazas, cafés, tertulias- en las ciudades de Europa –y “de rebote” en América- combinada con los insumos de noticias de Estados que hacían pública alguna información y periódicos dio lugar –junto con otros factores, por supuesto– al nacimiento de la opinión pública, al ascenso de la burguesía, a la consagración de los regímenes democráticos liberales, al surgimiento del capitalismo. Nada menos.

El otro aspecto importante en la competencia del usuario 2.0 es el manejo del inglés. Las múltiples herramientas que ofrece la Web 2.0 –necesarias para aprovechar las ventajas de internet– están en un inglés básico y estándar pero que muchas veces funciona como una barrera para ciertos usuarios. No se trata de leer a Shakespeare sino de seguir instrucciones con un vocabulario muy limitado pero que es percibido como imposible por muchos. Hace unos meses, publicamos en educ.ar una nota sobre el programa Google Earth y recibimos cientos de comentarios que pedían una traducción del mismo.

Lectura, escritura, inglés, el campo educativo ya tiene trabajo para preparar usuarios con este perfil. Sin embargo, debe ir más allá. Hay que definir y especificar el sentido educativo de las herramientas, opciones y procesos que ofrece la W.2 y seducir a docentes alumnos y miembros de la comunidad educativa sobre sus ventajas.

No va a ser muy difícil desentrañar las potencialidades que ofrecen actividades como compartir información, escribir ideas propias, socializar lecturas o participar en una enciclopedia colectiva. Son actividades que se fundan en redes sociales, y desde el aspecto práctico, ético, académico, no pueden ser más que bienvenidas en el mundo de la educación.

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