lunes, mayo 01, 2006

La Resurrección

Cabe en este tiempo reflexionar un poco sobre la experiencia que cada uno tiene sobre Jesús Resucitado, sobre nuestras dudas y quizás en algún momento un poco de incredulidad. De este esfuerzo por analizar esa conducta, también depende nuestra actitud hacia la Ascensión y si realmente la podemos tomar como la fiesta de la confianza y del compromiso. Confianza en que el Señor reina junto al Padre y nos reserva el lugar prometido si somos capaces de continuar su obra en el mundo como nos lo ha pedido en su partida.
Muchas veces nos hemos quedado mirando al cielo solamente sin entender que Jesús si bien ha entrado en la gloria y trascendencia de Dios, sigue presente y actuando en la historia. Es que ya no se muestra a nuestros ojos, sino a nuestra fe. Es esta fe en él y en su mensaje los que nos van a permitir ser sus testigos.
Pero no basta sólo con creer, si esta fe en él y sus enseñanzas no van acompañadas de un compromiso concreto con las necesidades de nuestros hermanos.
Es hora de tomarnos en serio la importancia de llevar con nuestra presencia y nuestro testimonio que somos seguidores de Cristo, asumiendo todas las responsabilidades e implicancias que ello significa. La muerte de Jesús fue la consecuencia de su manera de vivir, cuestionando las estructuras políticas y religiosas de su tiempo y de todos los tiempos, que oprimen y explotan al hombre, estructuras injustas que producen corrupción y desigualdad de oportunidad para el pleno desarrollo.
Si la Resurrección es la certificación y aprobación del Padre a la opción de Jesús, la Ascensión es el mandato de llevar el mensaje de Jesús a todos los hombres.
No nos quedemos mirando al cielo. Actuemos.

Fernando Perfetti, de El Encuentro con la Palabra, de Mayo de 2006.

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