miércoles, noviembre 16, 2005

Afinador de pianos o... el sentido común, de Adrián Oaenza

¿Cuántos afinadores de pianos tiene la ciudad de Boston?
No se pretende que la respuesta sea cuatro o seis o cuatrocientos, ni tampoco veinte mil o treinta mil... de lo que se trata es que una persona tenga sentido común y pueda hacer un cálculo estimativo razonable.

Yo en este caso, no se cuál es la respuesta, lo que hice fue ir y averiguar cuántas personas viven en Boston, y son quinientas ochenta y nueve mil personas, esto se supone que es lo que estaba en la cabeza de la persona consultada, no se pretendía un cálculo exacto, pero sí una estimación, cosa que uno muchas veces en la vida tiene que hacer, estimaciones.

Nadie diría que hoy va a hacer en Buenos Aires o en cualquier parte de la Argentina cuatrocientos grados de temperatura, ni tampoco cincuenta grados bajo cero, una estimación. Entonces si viven alrededor de seiscientas mil personas en Boston y hay alrededor de doscientos cincuenta mil casas, uno podría decir que, cada tantas casas hay un piano, vamos a suponer que cada cien casas hay un piano, es decir que si hay doscientas cincuenta mil casas hay en total aproximadamente unos dos mil quinientos pianos, y un afinador cuántos pianos puede afinar, porque además a los pianos no hay que afinarlos todos los días, digamos que un afinador afina cien pianos, es decir que si hay dos mil quinientos pianos quiere decir que hay aproximadamente veinticinco afinadores de pianos. La idea entonces es esa, estimar la respuesta que se esperaba, es poder decir, veinticinco.

Otra de las preguntas posibles, es cuántas cucarachas hay en la ciudad o cuántas ratas, para poder aprender a estimar.

A este amigo que le hicieron la pregunta en una entrevista de trabajo, como parte de las cosas que tenía que hacer para aspirar a un puesto, era estudiar una serie de libros que le mandaron, tenía una semana para leerlos. Para presentarse, mi amigo miró la caja e hizo la cuenta de que si él se pusiera a leer todos los libros nunca llegaría en una semana a leerlos, entonces ¿qué hizo?, empezó a leer en diagonal, tratando de decidir qué era lo importante de lo accesorio, y justamente de eso se trata también, como para que la gente que tiene sentido común advierta que no se puede hacer el ciento por ciento de las cosas que uno tiene para hacer, lo importante sería ser capaz de seleccionar el veinte por ciento suficiente como para que no se note que uno no hizo el otro ochenta.

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