Cada año un holocausto, por Mex Urtizberea, para LA NACION
Uno se entera de lo que informó un organismo de la ONU: seis millones de niños mueren cada año en el mundo a causa del hambre y la desnutrición. No son los hijos de uno, pero es el mundo de todos, y uno intenta encontrar a quién hacer responsable.
Uno duda si será culpa del comunismo o del capitalismo o del socialismo o del imperialismo o del anarquismo o del neoliberalismo o del progresismo o del colonialismo o de los nacionalismos o de los separatismos, de nadie, de todos, de algunos, de uno.
Uno piensa si será responsabilidad del "eje del mal" o del "eje del bien", o del eje Buenos Aires-Caracas, o del G-5, o del eje franco-alemán, o del G-7, o del eje Castro-Morales-Chávez, o del G-8, o del G-3, o de nadie, de todos, de algunos, de uno. Uno por uno, seis millones de niños mueren cada año a causa del hambre y uno se pregunta por qué, pues no puede ser porque Dios quiere.
Uno reflexiona si será culpa de la OMC o de la OCDE, o del Nafta, o del ALBA, o del ALCA, o del TLC, o del Mercosur, o del FMI, o de la globalización, o de los globalifóbicos, la posmodernidad, la hipermodernidad, el ciberespacio, de nadie, de todos, de algunos, de uno.
Uno analiza si será responsabilidad de los presidentes, los ministros de Economía, los gobernadores, los intendentes, los senadores, diputados, concejales, los ciudadanos, o de nadie, de todos, de algunos, de uno.
Uno puede defender un sistema, un rumbo, una corriente de pensamiento, negar sus defectos, realzar sus virtudes, pero el mundo se delata solo: si seis millones de niños mueren de hambre por año, hay algo que no se está manejando bien. Pues no puede ser que estas muertes sucedan porque Dios quiere.
Uno especula si será responsabilidad de quienes manejaron el mundo en el pasado o de los que lo manejan ahora, o de los que no lo supieron manejar, o de los que no lo saben manejar en el presente, o de los que lo saben manejar demasiado bien, o de las invasiones, o de las revoluciones, o de las intervenciones, o de las expropiaciones, o de las privatizaciones, o de las estatizaciones, o de nadie, de todos, de algunos, de uno.
Uno sospecha si será culpa de la izquierda o de la ultraizquierda, o de la derecha, o de la ultraderecha, o del centro, o del ultracentro, o de la centroderecha, o de la centroizquierda, o de las dictaduras, o del terrorismo, o de las monarquías, o del individualismo, o de los totalitarismos, o de la burocracia, o la tecnocracia, o de la tierra que no da alimentos, o de nadie, de todos, de algunos, de uno.
Uno se pregunta si uno será responsable. Si algunos son los responsables. Si todos somos responsables. Si nadie es responsable. Si nadie es responsable, entonces uno puede quedarse tranquilo: seis millones de niños mueren de hambre y desnutrición anualmente en el mundo (un holocausto por año), porque sí.
http://www.lanacion.com.ar/759152
viernes, noviembre 25, 2005
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario