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"El deber del Gobierno es el futuro; el pasado es de la Justicia"

Morales Solá dijo que el país se encamina hacia un proyecto reeleccionista

"Creo que nos dirigimos hacia un proyecto reeleccionista. Si no es el de Néstor Kirchner, será el de su esposa Cristina. Pero de un Kirchner en 2007 no nos vamos a zafar", disparó anoche Joaquín Morales Solá, en la dinámica entrevista que condujo el periodista Nelson Castro en el ciclo "Cara a cara con los intelectuales", organizado por LA NACION y Zurich. El auditorio del Centro Cultural Borges quedó chico -con más de cien personas que no pudieron ingresar en la sala- frente al nivel de convocatoria que anoche atrajo uno de los analistas políticos más respetados del país, que contestó de manera ágil y frontal las numerosas preguntas de Castro y del público presente.

"Nadie que ha trabajado tan arduamente en la reconstrucción de la figura presidencial -el primer objetivo que se impuso Kirchner- se anula la posibilidad de permanecer en el poder", analizó Morales Solá, y puso abiertamente en duda que desde el Gobierno se defienda la independencia del Poder Judicial. Se refirió a la reforma del Consejo de la Magistratura que impulsa el oficialismo y la cual, de ser aprobada por la Cámara de Diputados, le daría al Presidente poder de veto en el nombramiento de los jueces.

El periodista juzgó intelectual y moralmente superior a la actual Corte Suprema de Justicia en relación con la anterior, pero destacó como "un contrasentido y un debilitamiento grave de las instituciones" si se impone la intención de Kirchner de reformar la estructura judicial. Morales Solá habló de la imposibilidad de definir en términos taxativos al peronismo -"cuando un extranjero me lo pidió, le pedí que no me endilgara una tarea tan inhumana", bromeó- y afirmó que el liderazgo justicialista hoy está en manos de una sola persona: Néstor Kirchner, "quien no va a cambiar su estilo confrontativo porque con esa postura le va bien. "Si a una sociedad le gusta un presidente gritón, que no brinda conferencias de prensa para que nadie lo pueda refutar, que elude el consenso y cualquier intermediación con la sociedad y le va bien, es difícil que cambie su metodología", analizó. Pero alertó que tanto en América latina como en la Argentina se está confundiendo lo que significa la democracia, que no se acaba en la elección de los gobernantes -dijo- sino en el fortalecimiento de las instituciones.

El periodista cuestionó que las fuerzas de seguridad enfrenten los intentos de pobladas desarmadas, ya que "el Estado debe garantizar paz social y la seguridad de los ciudadanos", dijo, en relación con los recientes episodios de Las Heras y señaló que lo sorprendió que nadie en el Gobierno -y más en la provincia de Santa Cruz- hubiera previsto una explosión popular de esa naturaleza. Morales Solá también se mostró escéptico frente a la construcción de un frente opositor que obligue al Gobierno a debatir y analizar cuestiones sustantivas para el futuro del país. "Hay una sociedad no peronista que todavía está a la espera de una alternativa política que la oposición no se digna a construir. Pero allí también falta organización y vocación para buscar consensos mínimos. Ese es un desmérito de la oposición y el gran mérito del peronismo", dijo. Se mostró pesimista, así, frente a la conformación de una alianza entre Macri, Sobisch y López Murphy. Y afirmó que la Argentina padece un seria parálisis de pensamiento. Y esto lo prueba, dijo, el excesivo énfasis en las cuestiones del pasado. "El deber y la obligación de todos los gobiernos -afirmó- siempre es el futuro. El pasado es deber de la Justicia. Hay una serie de debates ausentes sobre el porvenir porque todas las miradas están situadas en el ayer".

Loreley Gaffoglio
http://www.lanacion.com.ar/781169