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El trabajo como incentivo para las mujeres detenidas

Grupo de Mujeres Argentinas busca mejorar la calidad de vida de las internas

No necesita que le cuenten cómo son las cosas porque las vivió en carne propia. Después de pasar cinco años en la cárcel, Martha Miravete Cicero salió convencida: debía hacer algo para mejorar la calidad de vida y lograr la inserción social de los que están encerrados.

Así nació Grupo de Mujeres Argentinas, una organización que trabaja para que se respeten los derechos de los que están presos, pero también contiene a sus familias y fomenta la creación de microemprendimientos entre los internos. "La organización empezó desde la demanda, a partir de saber empíricamente lo que se sufre dentro de la cárcel", explica Martha. Y enumera una serie de condiciones contra las que lucha: el hacinamiento, las deficientes condiciones de higiene, la mala alimentación, las muertes injustas, la justicia lenta.

También realizan campañas de prevención de sida en las cárceles y buscan la igualdad de los que tienen otras preferencias sexuales. "De a poco nos conectamos con grupos internacionales y así empezamos a pelear por los derechos de muchos", cuenta.

Aunque los reclamos se llevan gran parte del tiempo de trabajo en la entidad, hay actividades que son mucho más placenteras: "Logramos ser madrinas de libertad de varias compañeras", cuenta orgullosa. En otras palabras, la organización se convirtió en tutora de la libertad condicional o transitoria de nueve mujeres que terminaron su condena.

Vivir afuera

Una de las habitaciones de la sede de la entidad, en el barrio de San Telmo, está preparada para recibir a estas mujeres en tránsito, que preparan su reinserción a la sociedad. "Hay mucha falta de vinculación social y familiar con los detenidos. Nosotros hacemos contención, los recibimos, los acompañamos", dice Martha.

El teléfono del Grupo de Mujeres no descansa. Todos saben que en cualquier momento alguien va a estar listo para escuchar del otro lado del 4362-6881. "Hicimos una red para conseguir telas, máquinas de coser, productos que mandamos a las distintas unidades así las mujeres presas pueden trabajar y ganarse unos pesos", señala.

Uno de los proyectos que más la entusiasma surgió de una de las unidades de Ezeiza, donde un grupo de presos hace mapamundis para ciegos. "La idea es entregarlos a una fundación o una escuela que trabaje con ciegos", adelanta. También hacen velas, artículos en cerámica fría, chalinas, remeras.

Antes de conformar esta organización, Martha fue representante del grupo de mujeres de la Comunidad Homosexual Argentina. Sabe de discriminación y no quiere que se repita. "Queremos que los que están presos vivan en condiciones dignas. Buscamos que vean la vida de otra manera", dice.

Por eso pide colaboración con distintas donaciones, y su mail es grupomujeresdelargentina@yahoo.com.ar. "Hasta que no vea justicia, voy a seguir", desafía Martha. Lo dice segura. Sin importarle toda la lucha que le queda por delante.

Por Cynthia Palacios De la Redacción de LA NACION

Para dar una mano

Asociación Equipo Especial Mari Mari

La asociación civil sin fines de lucro Equipo Especial Mari Mari, situada en Lourdes, en el partido bonaerense de San Martín, dedicada a la formación gastronómica de personas que se conducen en sillas de ruedas, solicita la donación de dos ventanas de 2,70 metros de ancho por 1,60 metros de alto (o medidas similares), y una puerta doble para una salida de emergencia, de 2,30 metros de alto por 1,70 metros de ancho.

Para quienes deseen colaborar, agradecemos se comuniquen con las señoras Franca, Lucía o Marilú a los siguientes teléfonos: 4712-2371 o 4760-2150

Clasificados Solidarios, un espacio para transformar las ganas de ayudar en acciones concretas. Se puede colaborar por medio de donaciones o trabajo voluntario.

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