lunes, febrero 06, 2006

Más alarma por el cambio climático

Estudios difundidos en Europa han reiterado los riesgos que se van agudizando por el calentamiento global, amenaza que se acrecienta porque las medidas acordadas en el nivel mundial tienen un curso parsimonioso y su aplicación carece de la universalidad necesaria. La Oficina Meteorológica del Reino Unido elaboró un documento en el cual se alude a la probable fusión de la capa de hielo de Groenlandia, que tendría como efecto consecuente la elevación del nivel de las aguas del mar. Los daños que se producirían serían catastróficos y los países menos industrializados -y, también, menos responsables del deterioro ambiental- serían los primeros en padecer los perjuicios irreparables que se prevén.

El trabajo elaborado por el organismo británico agrega motivos de alarma sobre la cuestión. El primer ministro del Reino Unido, Tony Blair, así lo advierte en el prefacio del informe difundido recientemente: "Los riesgos del cambio climático pueden ser peores de lo que pensábamos hasta ahora". Las regiones de América latina y el Caribe son las más castigadas por el cambio climático, a pesar de ser, en proporción, las que emiten menos gases de efecto invernadero.

Las consecuencias por el calentamiento global en la región se traducen en una mayor frecuencia e intensidad en las lluvias, el azote permanente de vientos huracanados e inundaciones que devastan zonas cercanas a los ríos.

Por su parte, el Instituto para la Investigación del Impacto Climático, de Postdam, Alemania, hizo saber con especial precisión los peligros del aumento de la temperatura planetaria. El informe de ese instituto es el fruto del análisis de 70 trabajos dedicados a examinar las consecuencias que afectarían a los recursos hídricos, la agricultura, la fauna y la flora.

En una de sus advertencias, el organismo alemán señala que si el calentamiento generalizado de la atmósfera llegase a superar en dos grados sus marcas actuales podría producir un terrible cuadro de colapso en los ecosistemas, la destrucción de la biodiversidad, hambrunas, escasez de agua potable y daños económicos severísimos.

Estos aportes no deben caer en saco roto. Sin embargo, es inquietante la lentitud de respuesta de la sociedad global, a pesar de la insistente información que se difunde al respecto. ¿Por qué un problema que compromete la vida de las generaciones futuras no promueve las acciones necesarias en el mundo?

Sin entrar a reconsiderar las razones que han dilatado el pleno cumplimiento del Protocolo de Kyoto -signo de reacción global ante la cuestión-, uno de los obstáculos que gravitan es el desconocimiento de la seriedad de una situación en vastos sectores de la sociedad, más allá de la defensa de intereses económicos de parte de las naciones más desarrolladas que no están dispuestas a ratificar el acuerdo.

Esa ignorancia parece preservada por la indiferencia, actitud que también traduce un torpe egoísmo o un intento de cerrar los ojos ante los males que se avecinan si no hay respuestas eficaces inmediatas. Hasta ahora los avances logrados en contra del calentamiento global son escasos. Los Estados Unidos, país que ocupa el primer lugar como emisor de gases que deterioran el clima seguido por China, han resistido hasta ahora la ratificación del Protocolo de Kyoto.

El desenlace del efecto invernadero en el nivel mundial es incierto. Si los países no toman las medidas necesarias para neutralizar el peligro creciente del calentamiento terrestre el último acto de la obra será catastrófico.

No se trata de alarmar de manera infundada, sino de contribuir a que se asuma la realidad de la que informan centros científicos de alto prestigio. Sólo la fuerza de una opinión mundial consistente y bien informada moverá a que los gobiernos produzcan los cambios necesarios para corregir el curso adverso del deterioro ambiental.

http://www.lanacion.com.ar/778344

No hay comentarios.: