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Un pueblo patagónico que funcionará sólo a base de hidrógeno

Inauguraron una planta para abastecerlo

PICO TRUNCADO, Santa Cruz.- El fuerte y persistente viento patagónico se hizo presente como un invitado más de los que concurrieron anteayer a la localidad de Pico Truncado, provincia de Santa Cruz, para asistir a la inauguración de la primera planta experimental de producción de hidrógeno de América latina, que alimentará la calefacción y el transporte del cercano pueblo de Koluel Kaike.

Este bienvenido viento es, precisamente, el elemento esencial que sirve para obtener la energía necesaria que hace funcionar a la planta que produce hidrógeno puro. "A la par de los grandes proyectos internacionales, se pensó en buscar el uso más eficiente y menos contaminante para generar energía. Y esta planta experimental ya es una realidad frente a los desafíos que tiene el hombre de mejorar su entorno en este siglo, que para la comunidad científica es el del hidrógeno", dijo Juan Carlos Bolcich, presidente de la Asociación Argentina del Hidrógeno y director del complejo.

El acto tuvo lugar en la Planta Experimental de Hidrógeno, ubicada junto al Parque Eólico Jorge Romanutti, a sólo dos kilómetros de la ciudad de Pico Truncado, y contó con la presencia del gobernador de Santa Cruz, Sergio Acevedo, el intendente local, Osvaldo Maimó, ministros provinciales, legisladores nacionales y de la provincia, autoridades de las fuerzas armadas, científicos y lugareños. "Desde Pico Truncado, Santa Cruz lleva al país a la era del hidrógeno", rezaba el eslogan de los afiches inaugurales de la planta.

"Siempre tuve confianza en este proyecto y en Santa Cruz, especialmente en Pico Truncado, porque tiene mucha gente pensante y capaz. Un ejemplo de ello es el eficiente tratamiento de residuos que tienen para reducir la contaminación", agregó Bolcich. El gobernador Acevedo destacó a su provincia como pionera en la generación de fuentes de energía no contaminantes al recordar que el 14 de mayo de 1995 se inauguró en Santa Cruz el parque eólico de mayor potencia de Sudamérica.

Emprendimiento modelo

La planta experimental que costó 500.000 dólares y cubre 800 metros cuadrados obtiene la energía de las cuatro turbinas eólicas que generan 2400 kW por hora, suficiente para dar electricidad a la mitad de la población de Pico Truncado (8000 habitantes). Pero también esa energía se utiliza, mediante la electrólisis (ruptura por medio de la electricidad) para romper la molécula del agua y obtener hidrógeno puro, separado del oxígeno.

El complejo no sólo funcionará en forma experimental, sino que en breve se ampliará a fase semiindustrial en los procesos generadores de hidrógeno y en el manejo más eficiente de esta tecnología. El laboratorio equipado con un quemador de hidrógeno, un almacenador de hidruro y un sistema electrolizador, consta además de oficinas, una biblioteca y aulas de capacitación para que científicos del país del Mercosur se especialicen en el uso del hidrógeno como combustible del futuro.

Las cuatro áreas de trabajo para la producción de hidrógeno se destinarán para combustible de vehículos de transporte, generadores de electricidad acumulable en celdas de combustible, almacenadores permanentes y calefaccionar ambientes domiciliarios.

Los avances de la flamante planta experimental posibilitó que las Naciones Unidas y el Centro Internacional Tecnológico de Energías e Hidrógeno, con sede en Estambul, Turquía, hayan elegido al pueblo Nuestra Señora de los Dolores de Koluel Kaike, distante 23 kilómetros de Pico Truncado, para convertirse en una de las cinco localidades en el mundo en funcionar a base de hidrógeno.

"Los vientos promedio aquí son de 70 kilómetros por hora, lo que constituye a la Patagonia como uno de los principales corredores de viento del mundo, ideal para sembrar aerogeneradores eólicos y obtener hidrógeno", dijo el ingeniero Ariel González.

Ya de regreso, camino del aeropuerto de Comodoro Rivadavia, el paisaje de las bombas de petróleo trabajando, parecían corresponder a un pasado lejano, después de haber conocido esta planta experimental de hidrógeno.

Por Víctor Ingrassia, Enviado especial

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